El nuevo aeropuerto de Kansas City es tranquilo, huele a barbacoa e implica caminar mucho

KANSAS CITY, Missouri – El gran aeropuerto más nuevo del país está justo aquí, justo en el centro de Estados Unidos. Los nerds de la aviación se entusiasman con los nuevos aeropuertos y el algoritmo de Google News decidió que yo era un nerd de la aviación porque escribí algunos artículos sobre etiqueta de vuelo.

Tras la apertura de este aeropuerto y después de visitarlo, noté algunos hechos de relevancia cultural más amplia:

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Cuando pasé el control de seguridad, y mientras mi hija se volvía a poner los zapatos (tenía TSA PreCheck porque volaba conmigo, pero las hebillas de sus tacones altos activaron el detector de metales), caminé por un corto pasillo y Noté algo que nunca había visto en ningún otro aeropuerto: una sala tranquila.

El cartel decía que estaba abierto a cualquiera sin coste alguno y que sólo había que guardar silencio. Esto sonó atractivo ya que acababa de pasar dos días hablando y entreteniendo a la gente. Pero entonces, antes de entrar en la sala tranquila, miré alrededor de la terminal y me di cuenta de que ya estaba en una sala tranquila.

El Aeropuerto Internacional de Kansas City es el aeropuerto más tranquilo en el que he estado. La parte previa a la seguridad del aeropuerto de Omaha es la segunda más tranquila.

Estoy seguro de que los arquitectos construyeron el nuevo aeropuerto de Kansas City para que fuera menos ruidoso, pero creo que en gran parte se debe a que la gente en el corazón del país habla cada vez menos. (No escribí “el Medio Oeste” porque no creo que esto sea cierto en gran parte del Alto Medio Oeste).

Mi hija notó por primera vez esta tranquilidad en el suroeste de Iowa durante el fin de semana. Estábamos en un picnic en la iglesia de mi parroquia lejos de casa, San Patricio en Imogene. Mi hija se dio cuenta de que todos estos amigos y vecinos que estaban felices de pasar juntos una hermosa y divertida noche de sábado hablaban mucho menos y en voz mucho menos alta que nuestros amigos del área de Washington.

Entonces, el aeropuerto de Kansas City es un aeropuerto tranquilo en parte porque el corazón es un lugar más tranquilo.

Otra importancia cultural de este nuevo aeropuerto, a diferencia de su predecesor recientemente demolido, es la seguridad.

Cuando Kansas City inauguró su antiguo aeropuerto en 1972, lo habían construido con una ingeniosa forma de trébol. Los conductores circulaban dentro del trébol mientras los aviones se encontraban en el exterior. La terminal real era bastante estrecha. El resultado fue que tu madre o tu taxista podían dejarte básicamente justo en frente de tu puerta. Desde su automóvil hasta su pasarela de embarque pueden haber 30 yardas.

Sin embargo, rápidamente este ingenioso plan fue frustrado por los controles de seguridad. Los secuestros se hicieron comunes en la década de 1970 y las aerolíneas comenzaron a realizar controles de seguridad previos a los vuelos. Entonces, después de sólo unos meses de operar con un diseño muy conveniente, el aeropuerto de Kansas City se convirtió en un desastre incómodo y abarrotado.

Luego, como se puede imaginar, nuestra respuesta al 11 de septiembre empeoró mucho las cosas. El resultado fue un aeropuerto con pasillos largos y delgados, divisores feos, formas extrañas y poco espacio para el comercio o los restaurantes.

Relacionado con todo esto había algo más anticuado: el odio por caminar.

Hoy en día pensamos que caminar es bueno. Usamos Fitbits e intentamos dar 10.000 pasos al día. “Sube las escaleras”, dice la gente.

Eso no era cierto hace un par de generaciones. Se suponía que la modernidad vencería todo tipo de males, uno de los cuales era caminar. Construimos viviendas con garajes adjuntos. Construimos centros comerciales con estacionamiento justo enfrente. Y construimos aeropuertos cuyo principio organizativo era minimizar las caminatas.

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No me refiero sólo a Kansas City. Mira este vídeo publicitario de Dulles.

El nuevo Aeropuerto Internacional de Kansas City tiene muchos lugares para caminar, lo que, por cierto, te brinda muchas oportunidades para comprar recuerdos y oler la barbacoa de los restaurantes, y así gastar mucho dinero allí.